Desvelo

Buenas noches;

Esta vez solo quería contarte que tal me va. Últimamente he vivido momentos muy emocionantes, que hacen que no sepas cómo describir todo aquello que sientes. La verdad es que no tengo motivos para quejarme de nada.  Es cierto que todo podría ser bastante mejor, pero el caso es que de este modo todo está bien.

Te despiertas una noche, bien de madrugada y empiezas a mirar hacia el techo. Es una sensación extraña, ya que todo está oscuro, no puedes ver nada y entonces empiezas a pensar en todo lo que te evoca recuerdos, ni buenos ni malos, simplemente recuerdos. Recuerdas lo que has hecho durante el día, que no ha sido nada especial, recuerdas tu plan para mañana, que parece que será emocionante, un nuevo día, nuevas experiencias, sorpresas, emociones… El caso es que después de todo eso sigues sin dormirte y empiezas a pensar en cosas que realmente te inquietan, esas que hacen que no puedas dormir en realidad. Un pensamiento te lleva al siguiente y así hasta que te duermes de nuevo.                            













- ¿Nunca vas a pintar con colores?
- ¿Por qué?
- Porque la realidad no es blanca y negra.
- Entonces no será la realidad lo que yo pinto.
- ¿Qué es lo que pintas entonces?
- No sé ... tal vez sentimientos.

Muy pocas personas, demasiada gente.

"Querido Cualquiera:

Ésta es una carta de un cualquiera a otro cualquiera, sin necesidad de ningún nombre, porque en realidad nadie conoce a nadie. Y los nombres no suponen ninguna maldita diferencia. El mundo en su totalidad está compuesto por extraños. Millones y millones de ellos. A veces creemos que conocemos a alguien, especialmente a aquellos a los que se supone que nos sentimos más cercanos, pero si realmente los conocemos, ¿por qué tan amenudo nos sorprenden las mierdas que hacen?..

Entonces creemos que hace mucho que no ocurren, creemos que no volverán a suceder, pero en el fondo sabemos que están a punto de llegar.

Mis mejores deseos,

 

Cualquiera. "